viernes, 19 de septiembre de 2008



Todas las mañanas me tomo mi café con leche bien caliente, en mi taza, en mi taza color caramelo, sin ella mis días no serían los mismos. Por las noches, alejo la almohada unos centímetros del cabecero y me abrazo a ella para dormir. Cuando viajo, viajo sumergida en mis pensamientos, con la mirada perdida en el paisaje, escuchando 'The Man Who Can't Be Moved', me hace feliz. En la bandeja de entrada de mi e-mail, siempre dejo 36 mensajes sin abrir. A veces soy un tanto perfeccionista, me gusta tenerlo todo ordenado. No puedo salir de casa sin pendientes ni reloj. Por las noches leo trocitos de Historia del Arte en una vieja enciclopedia. Cuando estoy triste, pongo a todo volumen 'Ain't No Mountain High Enough' y bailo sin parar, mientras canto, canto muy alto. Mis gafas de sol son el modelo 'Aviator' de Ray-Ban, mi imprescindible de las mañanas soleadas. Nunca tengo el móvil con volumen. Escribo listas: mis películas favoritas, mis canciones... Con la guitarra sólo toco los estribillos de las canciones y evito cualquiera que tenga un Fa. Me relaja escuchar la banda sonora de 'Gilmore Girls' y no me pierdo ningún capítulo. Escribo fragmentos de textos en un pequeño cuaderno, para luego unirlos y escribir mis relatos. Me gusta oír música en francés e italiano y leer las letras a su vez. La mayoría de los libros que leo son en inglés, y casualmente esos son los que suelo terminar por completo. Siempre tengo tres libros que leo a la vez: uno de poesía, otro en inglés y alguna novela en castellano. Mi iPod es de color burdeos, lo compre en San Francisco, y antes de acostarme escucho alguna canción que me haga sentir bien, como 'A Lonely September' o 'Better Days', pues esta última me recuerda a mi viaje a California. Cuando estaba allí, siempre madrugaba a las 6 de la mañana, para ducharme y al volver poder observar el amanecer desde el ventanal de mi habitación. Me gustaba andar descalza por aquella casa con suelos de parqué y dormía con una manta de colores a la que cogí mucho cariño. En San Francisco iba todas las tardes a Starbucks y compraba unas galletitas llamadas 'French Cakes'. Encima de mi cama tengo seis peluches y cada uno tiene su historia y sus recuerdos. Al igual que las pulseras que llevo, son dos, una es de la amistad y otra de mi amor. Colecciono las etiquetas de mi ropa, tengo cientos de ellas y todas distintas, me encanta ordenarlas de vez en cuando. Tengo tres pares de zapatillas favoritas: unas Converse rojas (mis primeras) que adoro llevar; unas Victoria azul marino que han viajado a San Francisco, Roma, Florencia y Venecia; y otras Converse beige, que me compré en un outlet de Petaluma. Mis zapatos preferidos, son unas bailarinas de charol negras con un lacito de tela detrás. Cuando me maquillo, sólo utilizo base de maquillaje y colorete rosa. Siempre llevo conmigo un pequeño neceser de flores en tonos verdes, azulados y morados, con un brillo de labios sabor a melocotón, mi espejo de mariquitas tan especial y orquillas claritas para el pelo. Me gusta llevar una trenza y el flequillo recogido hacia atrás. Sólo me pinto las uñas con brillo. Paso noches en vela viendo antiguos capítulos de 'Everwood' y me he dado cuenta que la chica que dobla a Hannah es la misma que dobla a Lane en 'Gilmore Girls', vivo enamorada de esa voz. Tras la puerta de mi habitación, tengo anuncios y fotos recortadas de revistas y algunas mías. Enfrente del teclado de mi ordenador, encima de unos altavoces, tengo una foto sacada desde lo alto de la escalinata en la Piazza di Spagna en Roma, salgo de espaldas mirando hacia el cielo. Los separadores de mis libros de lectura son billetes de un dólar, y mi sacapuntas una miniatura de una cabina telefónica de Londres. Colecciono postales, folletos de museos, recorridos de metro y mapas de ciudades, de los viajes que he hecho. Tengo una pequeña colección de lápices que compré o me regalaron de: Barcelona, Dublín... Guardo todas las cartas que recibo en un sobre muy grande. Conozco de memoria la línea 5 de metro de París, era la que siempre utilizaba. Me gusta traducir las letras de las canciones y cantarlas. De mayor quiero recorrer todos y cada uno de los estados que forman América del Norte y viajar mucho. Adoro viajar.

Esta soy yo. Tengo mil manías habidas y por haber. Todos tenemos algo que nos hace diferentes y eso, es lo que nos hace ser nosotros mismos.

4 comentarios:

Cassandra dijo...

que lindo texto!! ; d i v i n o.
me gustó muchisimo :D

the girl between the lines dijo...

gracias :D me alegra mucho!

Amanda y Desireé dijo...

me gusta tu vida.

sino disfrutara tanto de la mía -a pesar de los dramas, y de que es bastante más ordinaria- incluso te la pediría prestada un ratito =P

saludos!
di.

lucy dijo...

ahaha me encantó tu blog es mui mui mui bonito ♥
sobre todo la teacup con el saquito! divino (L)